Autor: Scott Westerfeld
Editorial: Montena
Fecha de publicación: 2009
ISBN: 9788484415138
Número de páginas: 416
Género: Ciencia Ficción
Vestirse siempre fue la parte más difícil de la tarde.
Opino que hay mucho que contar, es la
falla de algunas nuevas sagas, se dedican a construir tanto la saga que nos
dejan libros con algo pendiente. El autor intenta abarcar muchas cosas. La
historia de los salvajes, ya comprobado, no tiene mayor trascendencia ni para
la trama de este libro ni para la saga en general. Es un elemento que pudo
haber sido omitido y tratado su ausencia de otra manera y no se habría echado
en falta. Una aventura digna de ser contada, pero no dentro de este libro. Es
algo muy autónomo, algo que podría funcionar como un novela corta o un cuento,
pero no como parte de esto. Quiere abarcar tanto que no termina de cerrar.
No soy fan del Cliffhanger, aunque
muchos escritores y guionistas parece que sí lo son. Es una buena herramienta,
una que te invita a esperar por algo más, que te deja con ganas de que la
historia continúe. Pero que de tanto abuso se está volviendo cansina. Y en las
trilogías, o esta que casi es tetralogía, dependiendo del criterio de cada
quien, es usada de manera arbitraria. Las trilogías muchas veces son sólo un
gran libro cortado por aquí y por allá, porque las trilogías venden más. Por
qué no arriesgarse con libros súper gruesos como El Quijote en lugar de hacer
una sola historia y cortarla donde mejor venga en gana.
A rasgos generales esta historia supera
muy poco o casi nada lo que ha logrado su antecesora, Uglies. Pero, créditos
para el lector, ha conseguido componer un personaje que vale. ‘Vale la pena’ es
poco, un personaje que enrealidad resalta y no sólo como es obvio en la trama,
sino que su influencia resulta decisiva en el transcurso de la acción de la
historia. Este personaje es Zane, queda demás decir que me gusta, lo amo. Resulta
más interesante que Tally, que Shay, y en muchos momentos más que el mítico David.
Y no es sólo Zane sino que me gusta el
grupo de rebeldes, aunque no tengan la completa libertad de pensar, muestran
otra opción. Muestran el inconformismo que puede habitar hasta en una mente
manipulada. En 1984 cuando pasan por el Minmor (ministerio del amor) ya
no hay vuelta atrás, no queda espacio para las dudas. El final dramático,
triste que tiene esa novela se opone al que mantiene esta. La operación no es
absoluta, ya en el libro anterior hablan de ‘la cura’ algo médico, drogas. Pero
el grupo de los rebeldes muestran que a pesar de todo pueden luchar aun con la
ausencia de esa ayuda.
Y Zane es el arquetipo de líder
rebelde. El autor debería considerar escribir algo más de él, una especie de
memorias o algo así. Porque Zane tiene mucho más que dar te quedas con más
ganas de él. Y como ya lo dije me parece aún más valioso que Tally. En este
libro se queda un poco relegado David y en verdad lo echo en falta. Así como el
primer libro es para David, este libro es para Zane. Un poco triste será su final, cuando llegue,
pero el escritor lo supo manejar en las dosis adecuadas. Pero repito, no quita
que sea una buena oportunidad escribir algo más sobre él.
—Acéptalo, Tally-wa, eres especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario