Título original: "Ender's Game"
Dirección: Gavin Hood.
Producción: Robert Chartoff.
Guion: Gavin Hood, Orson Scott Card (basado en el libro).
País(es): Estados Unidos.
Año: 2013.
Duración:
114 min.
Protagonistas:
Asa Butterfield, Harrison Ford, Ben Kingsley, Aramis Knight.
Género: Acción, Aventura, Ciencia Ficción.
Clasificación: PG13
"En el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero"
Andrew Wiggin
No he visto antes una película de este director, que también
trabaja parte del guión. Pero me sorprendió gratamente. Una de las mejores
adaptaciones que he visto, supo quitar, agregar y mover lo justo en cuanto a la
historia. Y este es el momento en que muchos dirán. No, no debió quitar eso o
aquello, bla, bla, bla. Pero les recuerdo que el lenguaje literario es uno y el
cinematográfico es otro muy distinto. No se trata de transcribir sino de
interpretar, trasladar.
Lo único seriamente cuestionable con respecto a la
adaptación es la completa omisión de Demóstenes y Locke. Para no caer en el
spoiler sólo diré que la creación de estos personajes ayuda a comprender la
visión que el mundo (la tierra) está teniendo con respecto a lo que sucede en
la batalla y específicamente a lo que sucede con Ender. Falta esa perspectiva
para alcanzar a percibir completamente la historia.
La otra observación respecto a la adaptación es el trato que
se le da a Petra. El personaje que maneja Hailee Steinfeld es más duro que como
lo muestra la cinta. Recordemos que todos estos niños han sido reclutados desde
su más tierna infancia para convertirse en soldados, para convertirse en
asesinos. Que bien, son niños y eso lo hace más sensibles, es verdad, pero son
niños en unas condiciones muy diferentes a las normales. Y la manera en la que suavizan
a Petra y la acercan tanto a Ender resulta innecesaria. La historia no necesita
de una mini-historia romántica entre los protagonistas para captar la atención
del público. Además el punto sensible, el único personaje que puede provocar
ese sentimiento de amor en Ender, ya está compensado con la presencia de
Valentine y resulta innecesario algo más.
En un par de lugares he leído que tanto Harrison Ford como
Ben Kingsley, resultan desperdiciados en esta cinta. Son grandes actores con
remarcadas trayectorias, cosa que nadie pone en duda. Pero desde el título nos
los dejan bien claro, el juego es de Ender, no de nadie más. A criterio
personal digo que fueron muy bien utilizados.
Harrison Ford aparece en la dosis suficiente, no le roba
pantalla a Asa pero tampoco queda olvidado y se muestra lo necesario para que
comencemos despreciar el trato que el Coronel Graff le da a Ender. Me resulta
más despreciable que Han Solo en sus inicios.
Con respecto a Kingsley si considero que se debió haber
mejorado un poco su presencia en cámara o por lo menos que las menciones a Mazer
Rackham no hubieran pasado tan desapercibidas. Después de todo Mazer Rackham es
el gran héroe mítico, es aquel nombre con el que todos los niños crecen escuchando
y admirando. Algo de ello se puede ver en el momento en que este se presenta
ante Ender, pero ahí queda.
Y hablando de la actuación de Asa Butterfield, desde que lo
conocí interpretando a Bruno en el Niño con el pijama de rayas y luego a Mordred
en Merlín, ya prometía convertirse en un elemento clave del cine de los
próximos años. Esa manera de manejar su actuación en la que invierte en
pequeños detalles y gestos poco perceptibles, como tensarse ligeramente en el
momento oportuno, le da un toque de naturalidad muy bien lograda, convirtiendo
su actuación en algo estimulante y digno de ver.
Con respecto al trabajo en la animación en 3D me pareció
innecesaria su utilización en unas cuantas partes, mínimas por cierto. Tendría
que volver a ver la película para detectarlas y comentarlas al detalle. Pero es
el penoso problema en el que está cayendo el cine actual y por ello vale
mencionarlo. Muchas películas nos ofrecen un amplio de efectos especiales de
detalladas y meticulosas construcciones en 3D que encandilan nuestro ojos al
aparecer en pantalla, se esmeran tanto en ellas que no se dan cuenta que muchas
son innecesario a veces para narrar una buen guión no se necesita de tanta
parafernalia. Bien medidas estás no producen problema alguno y justo la ciencia
ficción es uno de los géneros que más requiere de esto. Pero te das cuenta que
están de más cuando las críticas alaban los efectos olvidando otros detalles.
Es grato, creo que para todos los fans del género, ver que
la industria hollywoodense nos presente al fin una verdadera pieza juvenil de
este género. No tengo nada contra los fans de sagas como Los juegos del hambre
o la próxima a estrenarse, Divergente. Pero en realidad esas historias son del
género romántico y solamente se respaldan en escenarios de ciencia ficción. El sub-género
distópico que últimamente está muy en boga en el ámbito literario juvenil,
abarca en la actualidad varios títulos pero todos caen irremediablemente en lo
romántico. Y El juego de Ender se muestra como la primera (espero que luego surjan
más) que se adentra seriamente en la Ciencia Ficción, no que sólo lo usan como
una excusa.
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