"Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin
terminar unidos, y derrumbar a un trol de tres metros y medio es una de esas
cosas"
A partir de este suceso se forma la amistad más solida de la
saga. Quién diría antes de esto que serían tan buenos amigo, y que es más nadie
se hubiera esperado que entre Ron y Hermione pudiera surgir algo más, luego de
ver lo mal que se trataban. Tal vez no se ofendían gravemente, pero para ser
sinceros tanto Ron como Harry, preferían no tenerla cerca por lo zalamera que resultaba con todos los profesores y también
por lo mandona como se la menciona en el momento en el que se la presenta en el
libro.
Y algo tan importante es la reflexión que hace Rowling a
través de Dumbledore, al hablar con Harry del espejo de Oesed en el cual reza "Oesed lenoz arocut
edon isara cut se onotse", lo cual escribo al revés es: "No te muestro tu
cara si no de tu corazón el deseo". Que podría ser más importante
para Harry que el tener a su familia, y el amor de ellos junto a él. Pero por
muy buenos que sean los sueños, los deseos. No se puede vivir de ellos, hay que
vivir la realidad y buscar en ella esa felicidad que producen los deseos.
Rematamos con quidditch, el deporte mágico por excelencia.
Algo que siempre resulta atractivo en esto, más allá de los juegos es la manera
de narrar de Lee Jordan que a pesar de los llamados de atención de McGonagall
dicen exactamente lo que cualquiera pensaría y nos sacan más de una sonrisa.
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