Rowling hace un acercamiento a los tipos de marginación,
pero no una marginación tan visible como la xenofobia, homofobia, racismo, etc.
Si no una aversión general al hecho de ser diferentes. La sociedad nos
establece un modelo básico de cómo debe ser y como debe comportarse un
ciudadano (Vernon), alejarse de aquello que parece raro, poco común, que no
sabemos cómo podríamos explicarlo.
Pero, al fin y al cabo cada uno de nosotros no tenemos ese
algo distinto que queremos ocultar, que queremos que no se sepa, y que cuando
nos enfrentamos al riesgo de ser percibidos lo primero que hacemos es dar oídos
sordos, llegando tal vez hasta huir para encerrarnos en una isla de pobre o,
casi nulo acceso.
Para Harry Potter es haber nacido con habilidades mágicas.
Para los muggles, que al fin de cuenta somos, puede ser ese internarse en
mundos fantásticos, que la sociedad, así como Vernon consideran sin sentido,
sin motivo de ser, por estar fuera de la realidad. Convirtiéndolos así en
elemento propio de actitudes infantiles y que no encajan en la composición de
una persona "madura".
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