martes, 29 de julio de 2014

The Kings of Summer

Título original: The Kings of Summer
Dirección: Jordan Vogt-Roberts
Producción: Tyler Davidson
Guion: Chris Galletta
País(es): Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 95 min
Protagonistas: Nick Robinson, Gabriel Basso, Moises Arias
Género: Drama, Comedia
Clasificación: R




Estaba entre los populares de una página web así que debería de ver por qué le agradaba a las personas. Y aquí estoy ni muy sorprendida ni tampoco siento que he desperdiciado mi tiempo. Recomendada si lo único que buscan es disfrutar el rato y sin mayor trascendencia.

De principio me incomoda el personaje de Biaggio, lo recuerdo tanto en El juego de Ender como Bonzo Madrid y me chocó un poco eso. Toda la película me la pasé esperando que hiciera algo malo. Lo que más acentuaba esa sensación es lo extraño que era el personaje. Y que a pesar de esa sensación me agrado mucho. Es un típico cliché de estas películas siempre tiene que haber algún rarito para que esta característica no caiga por error sobre alguno de los otros personajes. A pesar de la confusión que se presenta al haberlo visto con Ender, el personaje está muy agradable, arranca algunas risas y aporta lo suyo en la película.

Los otros dos personajes que se meten a esta aventura de vivir solos en el bosque presentan un origen muy diferente, pero igual de complicado. ¿A qué me refiro? Ambos tienen problemas con sus familias y la manera en que estas están conformadas le afecta claramente. 

Por un lado tenemos a Patrick, que proviene de una familia demasiado protectora, el término sobre-protectora, les aseguro, le queda corto. Se meten tanto en la vida de su hijo, que aunque no se han dado cuenta la están convirtiendo en insoportable, cuando se supone ellos sólo buscan lo mejor. Él por su parte está reprimiendo su actitud prefiere sufrir en silencio. La historia de Joe es absolutamente opuesta, a su padre poco le preocupa lo que le suceda y ni se entera de las cosas que le van pasando en la vida. Y el conflicto es palpable, hasta un ciego se daría cuenta de que ellos tienen problemas, y ambos, padre e hijo, lo saben.

Por un lado esta película nos habla de la familia y por otro nos habla de la amistad. A pesar de todo lo que va ocurriendo y ha ocurrido demuestran que su amistad es difícil de destruir. Y para narrarnos este típico tópico fílmico recurren a una estética muy actual. Tanto la composición como la iluminación fotográfica de toda la cinta nos remite a la estética indie. Que a día de hoy está muy en boga. La composición de la banda sonora acompaña muy bien este estilo. Así que sin duda será aprobada visualmente por determinado público joven actual.

En resumen, película buena para pasar el rato. Con un target muy bien determinado, que para aquellos que caben ahí les ha de agradar sobremanera. 



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