Dirección: Hayao Miyazaki
Producción: Isao Takahata, Toru Hara
Guion: Hayao Miyazaki
País(es): Japón
Año: 1984
Duración: 117 min
Protagonistas: Sumi Shimamoto, Mahito Tsujimura, Hisako Kyôda
Género: Animación, aventura, fantasía
Clasificación: PG
Cualquier ser, por miserable que nos parezca, se aferra a la vida en este planeta. La existencia de una vida es un milagro.
Primero tengo que decir que amo las películas animadas japoneses y que amo la obra de Miyazaqui en su totalidad. En Naussica este escritor y director nos muestra un mundo que ha sido destruido, tenemos un bosque enfermo cuya plaga se va propagando y promete enfermar al mundo entero. No hay nada que en esas tierras no lleve la marca de la enfermedad. Pero, hay un pequeño pueblo que ha logrado soportar todo ello ‘el valle del viento’ a pesar de que ven como a su alrededor aumenta el estado enfermizo del mundo, este lugar continua limpio y permite que los seres humanos vivan allí.
Como ya lo deja entrever la reseña, esta historia es altamente ecológica. Pero el diálogo es más profundo que solo dejar notar que estamos matando al mundo y vivir en un mundo enfermo es lo que nos espera si no lo seguimos cuidando. Tenemos a Naussica que es la princesa de este valle del viento y al igual que la princesa Mononoke, la protagonista de esta película ha establecido una relación especial con la naturaleza. Desde el inicio de la película se deja notar que ella posee una suerte de magia que es capaz hasta de domesticar a las bestias.
Es que en ella reside una capacidad de redención y comprender el corazón. Comprender el corazón no solo de los seres humanos y los animales, sino el de todo ente vivo. Ella tiene una conexión especial con naturaleza que en su momento la ayuda a ser una con ella. Que como lo cita la profecía Dorok es capaz de aplacar aún la ira de los omhu y evocar a su poder de piedad. Siendo estos los seres más temibles y más peligrosos de la jungla tóxica.
Pero hay seres más temibles que los insectos que han proliferado por la plaga, esos son los seres humanos. Los mayores enemigos no es la contaminación que ha sufrido el bosque, ni los feroces insectos que en él habitan, sino las personas de otros pueblos que a pesar de notar la situación en la que se encuentran, que en cualquier momento la contaminación se extenderá hasta alcanzarlos y terminar con sus vidas, todavía albergan en su corazón la avaricia y la necesidad de imponer su poder hacia el otro. De mano de la misma raza humana se deja ver padecer los mayores sufrimientos y hasta la muerte. Mientras que los insectos aunque sean muy crueles llegan a ser sosegados.
La grandeza del pensamiento está relacionada con la profundidad del sufrimiento.
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