domingo, 27 de abril de 2014

¡Buenos días, princesa!

Título original: ¡Buenos días, princesa!
Autor: Blue Jeans
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2012
ISBN: 9788408004097
Número de páginas: 535
Género: Romance, Juvenil

¡Buenos días princesa!
¡He soñado toda la noche contigo!
íbamos al cine y tu llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto.
¡Sólo pienso en ti, princesa!
¡Pienso siempre en ti!

Roberto Benigni



Decidí inaugurar el mes tonto con este libro. Según yo, leeré durante un mes literatura romántica, cosa que dudo, me cansaré antes de un mes. Según Sartre si fuera por la razón enamorarse sería imposible, así que nadie tome como ofensa el término que he decidido darle a este grupo de lecturas.

Cuando venga un experto a sentarse a criticar la calidad de cosas que leen los jóvenes, primero, antes que cualquier otra cosa, debería de cuestionar la manera de hacer ‘literatura’ que tienen algunos. Para el concepto de los escritores actuales, hacer libros juveniles consiste en ablandarlo todo. Tal como si fueran bebes y lo único que pudieran ingerir sea papilla. Y es exactamente esto lo que ocurre con este libro, es una papilla literaria y no me refiero a que utilice un lenguaje coloquial, que eso es justificable. Uno de los mejores poetas que ha dado el suelo ecuatoriano usaba un lenguaje muy del pueblo, pero eso no le quitaba la grandilocuencia a sus escritos. 

A lo que me refiero es que estos libros llevan hilos de ideas muy repetidos, que la repetición fija una idea en la mente, pero lo de este hombre era exagerar. Y la mención de cosas innecesarias, como el color de sus teléfonos móviles y la marca de los que estos sean. Cuando un autor comienza a mencionar marcas, me dice muy poco de él. En serio, muy poco. Parece que estuviera leyendo relatos de un escritor de fanfics, sin ofender que hay algunos que han comenzado con el fanfic y luego se profesionalizan. Pero el irnos con marcas y la utilización de adjetivos innecesarios dice muy poco del autor. Y aquí vuelvo al punto, si los jóvenes leen basura, no se quejen. Es culpa de muchos autores del género que sólo ofrecen ‘papilla’.

Volvamos a lo del lenguaje, están sobreutilizados los motes afectivos. Pero es que llegan a un punto en que te dan arcadas. Aunque ni sé porqué los critico, ¿Qué se podría esperar de un libro llamado ‘Buenos días, princesa’?

Uno de los personajes que intenta salvar el libro, aunque no me gusta como queda este personaje al final del libro, es César. Este personaje está mejor compuesto y sus apariciones, creo que sacan del tedio no sólo a la Valentina sino también a todos los lectores. Cada que está en escena la historia se torna más dinámica y entretenida, es él quien intenta dar algo de sabor a esta papilla insípida. Si el autor fuera inteligente sacaría más sobre César, pues este está diseñado para ser ese personaje del que quieres saber más aunque esté sólo al borde de la imagen. Sí, es como el gato de Shrek.

¿Por qué le di cuatro estrellas? Sí, le di cuatro estrellas. Porque es muy liviano de leer, se acaba rápido, no es algo que te demores mucho. Es que en realidad no hay mucho que pensar, no hay mucho que decir, ni hay mucho que comprender sobre este libro. Así que si tienes pereza mental. Adelante léelo, que no te agotará en absoluto.

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