miércoles, 2 de abril de 2014

Bajo la misma estrella

Título original: The Fault in Our Stars
Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
Fecha de publicación: 2012
ISBN: 9788415594017
Número de páginas: 302
Género: Juvenil, romance


"Una novela teñida de humor y de tragedia que habla de nuestra capacidad para soñar incluso en las circunstancias más difíciles."


Este libro lo califique 3/5 tanto a Anobii como en Goodreads. Antes de que se rasguen las vestiduras digo: no es un mal libro. Si aún así vas a sufrir con lo que pueda comentar al respecto, puedes dejar de leer este comentario desde ya, no me ofendo pero es preferible soportar el sufrimiento a vivir en la ignorancia.

La venden como un relato que demuestra que la capacidad para soñar en las circunstancias más difíciles no tiene por qué morir. Hace eso y me cuestiono ahora como qué fue concebido, como libro de autoayuda para demostrarnos que hay quienes menos tienen y aun así luchan o realmente como literatura. La autoayuda no es literatura. La literatura te deja enseñanzas, sí, pero no lo grita a los cuatro vientos en un ensayo hipermoralista, simplemente te provoca a cuestionarte y que saques tus propias conclusiones. Te deja pensar por ti mismo, no te obliga.

Hay algo positivo, la historia se maneja como genuina, te la crees. Ahora el problema es que tenga que recurrir a elementos que resultan morbosos. Augustus no es sólo una pierna ortopédica y Hazel no es un tanque de oxigeno. A ratos pienso que nos narran el romance de una prótesis y de Philip. Punto para el autor, a medida que avanza la novela logra superar, o más bien mejorar ese problema. Pero ya que nos queda, si alguien le cansa eso al principio puede soltar el libro y no llegar nunca a terminarlo.


He tenido la experiencia de tener cerca a alguien muy querido que llevara de manera tan obvia su enfermedad. Él tenía una prótesis, sí como Gus, y sólo sé que él no era esa prótesis. Cuando llevó muletas, él no era las muletas. Hasta te podías olvidar que necesitara alguna herramienta adicional para caminar. La gente a su alrededor se podía ¿condoler? de lo que le sucedía, pero para quien está allí en medio de ‘la acción’ eso pasa por alto porque te das cuenta que a pesar de que lleven una enfermedad que los marque de por vida, que los acompañe de por vida. Ellos no son una enfermedad, ellos no son la enfermedad que padecen. Resulta que hasta los enfermos terminales son seres humanos como cualquier otro, no son más buenos ni más malos, no son más débiles ni más fuertes. Que aunque el dolor los visite cada vez y cuando y aunque tengan la certeza de que la enfermedad continua ahí. Ese no es el único pensamiento, ni siquiera es el pensamiento que rige sus vidas.

Hablemos de Augustus, me gusta él. Y me gusta exactamente por lo que acabo de mencionar. No te lo crees enfermo, al menos él no se cree enfermo. Demuestra todo lo dicho anteriormente. Es alguien que a pesar de todo le está gritando al mundo entero que está vivo y que va a hacer lo que le da la gana. La prótesis pero ni ayuda, ni impide a él le resulta tan natural que no lo agobia.


Sí, sí está bien narrada. Sí, sí es entretenida. No, no es grandiosa y no, no merece una calificación 5/5 como muchos le han dado. Pero, cada quien con sus gustos.


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