Yo puedo considerarme una católica radical, creo y defiendo todo lo que la iglesia dice, y tengo posiciones bastante firmes en contra de otras religiones, todas sustentadas por el conocimiento que tengo sobre ellas. Pero lo que planeaba hacer ese pastor evangélico me parece un absurdo y una clara muestra de ignorancia.
Hace unas semanas ya se hablaba de la mezquita que se quería poner en el lugar que antiguamente ocupaban las torres gemelas, había grupos que se negaban, tengo que admitir que apoyo esa opinión, cualquier persona que haya perdido a sus familiares en el atentado podría sentir esto como una ofensa, además hay cientos de lugares donde se puede ubicar esta construcción, pero de negar la ubicación de un templo a quemar ejemplares de El Corán hay un gran trecho.
Para los creyentes, hay que recordar que para ese pueblo y los seguidores de esa religión El Corán representa la palabra de Dios, ¿cómo se sentiría cualquier cristiano al ver que la Biblia está siendo quemada?, me parece bien que las personas defiendan su religión, pero también tienen que respetar la de los otros, no puedes ir por la calle insultando y ofendiendo a quien no comparte tus creencias, además de que están siendo un mal testimonio, y lo que muchos olvidan es que detrás de tantas diferencias todas las religiones predican lo mismo, un Dios de amor.
Para los no creyentes, ateos, agnósticos o simplemente personas que optan por soluciones más científicas o sociales. El Corán no es solo el libro sagrado de los musulmanes, es también un elemento de mucha carga cultural, es como si se les obligara a quitarse el velo a las mujeres, la constitución le permite a este señor expresarse, pero también deberían de considerar hasta donde llega ese derecho.
Recuerdo que desde la escuela me predicaban "los derechos de un individuo, llegan hasta donde comienzan los derechos de los otros", más claro no puede ser, los musulmanes, tanto los que viven en Estados Unidos como los del resto del mundo, tienen sus derechos y solo porque a un fanático se le ocurra ser incendiario, el resto tengo que aguantarse semejante ridiculez.
Un país que se jacta de recibir a gente de todo el mundo, de respetar sus costumbres y sus culturas, no puede permitir que algo así se lleve a cabo. Si bien el atentado del 11 de septiembre fue algo grave que se llevó muchas vidas, este atentado cultural podría ser mucho peor que ello, pues afecta a todo un pueblo, un pueblo que no es culpable de que un grupo de desadaptados haya terminado con tantas vidas. Y además, ¿Qué impresión tendrán las nuevas generaciones? Que nadie es libre de elegir, que todos debemos seguir a todos, que tenemos que asumir los errores de otros.
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