Desesperada, la lluvia caía contra la calle. A nadie se le ocurría salir en estas condiciones. Pero allí estaba, de pie en medio de la plaza vacía, sujetando el paraguas.
Cuando lo vi en el sueño la sangre se me había helado. Lo veía caminando junto a la pileta central, aunque pareciera que todo iba bien algo en esa rutina fallaba. El sueño nunca terminó, de repente estaba sentada. Mi corazón, ferrocarril desbocado, latía cada vez más.
Sin miramiento por la hora, ni por el clima me había apresurado al lugar. Ahora estaba vacío. Había caído cual infante en una farsa que mi propia mente había planeado.
Aquellos sueños que mis ojos habían palpado durante mi juventud ya habían cesado. Y esta no era la ocasión de regresara a esas visiones.
El agua comenzaba a atravesar el abrigo. Sería mejor apresurarme para encontrar la cafetería de la estación aún abierta. Dirigiendo mis pasos al extremo opuesto de la plaza, mi mente divagaba. “Pero, después de todo. ¿A esta hora, dónde estará?”
Luego de dejar atrás aquella pileta, en un inconsciente gesto volví a ver el camino recorrido. Y mis ojos tropezaron con una sombra que no había visto. Alguien había caído en ese lugar.
Todos los miedos se amontonaron. La falsa realidad ya era probable. Sin el hombre que me había dado la vida, el mundo dejaba de valer. Sólo quedaba yo, caminando como él. Finalizando el sueño que se había detenido. Y yendo al mismo lugar que la muerte lo había citado.
Seré sincera...
ResponderEliminarHay algunas cosillas que yo corregiría (gramática, eminentemente)
El resto está muy interesante. En verdad, lograste transmitir el sentido de nostalgia que da la lluvia y su olor...
Y qué decir de la consistencia del trabajo. Brillante.
Me recordaste mis días de lectora de drabbles compulsiva en Fanfiction...
Éxitos! =3
Att: elanitwt