jueves, 8 de julio de 2010

Dos días de Feria



Con motivo de las fiestas Julianas (fiestas de la ciudad) toda esta semana se está dando el evento más grande de literatura, en cuanto a Guayaquil se refiere, la feria expolibro, ya con este año son cinco veces que se realiza, con placer digo que he asistido a todas.

Como dice el título de la entrada, en esta ocasión me tomó dos días hacer el recorrido, es el precio de estar trabajando, y que ambos fines de semana el anterior y el que está por venir los tengo ocupados, el horario que me quedaba para visitar resultaba ser un poco complicado ya que solo tenía una cuantas horas antes del cierre.

El primer día recorrí casi toda la feria, aunque los primeros puestos en visitar no eran los que realmente me interesaban, para comenzar te abordaban los impulsadores de cursos de inglés y métodos de lectura, no los criticaré ya que ese es su trabajo y les toca hacerlo pero deberían ser más breves.

Una de las cosas que todavía no me convence es la presencia de puestos de recuerdos, artesanías, comida, etc., todo esto mezclado con los autores independientes, se supone que la feria es DEL LIBRO, por lo menos yo voy por eso y por cada autor toca ver màs de tres puesto de asuntos diversos.

Visitando un par de pequeñas librerías y revisando muchos libros terminé con un par bajo el brazo, mientras revisaba uno de los stand llegó a mis oídos la voz ya conocida de Antonio Santos, así que me dirigí a su encuentro.

Como es costumbre de este poeta, la presentación mezclaba la poesía con el canto, unas cuantas canciones propias del país, canciones que se pueden apreciar como poesía, muchas de ellas lo son, luego de una hora de escucharlo, de reír y de aplaudirlo también, su labia de poeta ofrecía su última publicación y ya convencida compré el libro y de paso autografiado, como diría, el que más de una vez fue mi profesor, Marcelo Báez “ahora cuesta más el libro.”

El libro era de teatro género que definitivamente no pondría en mi lista de lectura favorita (junto con la poesía). Pero si va de primera en la lista para declamar, lo cual conlleva un trabajo extra, buscar a quién leérselo.

Hasta allí no más pude llegar el primer día, me tuve que regresar a casa con las manos un poco vacías porque la librería más grande ya estaba cerrada.

Al día siguiente el recorrido fue más breve (en teoría) fui directo al punto donde realizaría las compras, luego de casi una hora de revisar libros, reseñas y precios terminé con una lista que duplicaba o tal vez triplicaba mi presupuesto, así que tuve que dejar algunos títulos.

Como todavía me quedaba casi una hora aproveché para ver las dos exposiciones que había, una de ilustración editorial y otra de pinturas inspiradas en un grupo literario de Guayaquil, de casi un siglo atrás.

Del ilustrador de la primera exposición, Roger Ycaza, solo conocía un par de piezas, muy bueno su estilo se apega mucho a mis gustos, sus ilustraciones tienen esa expresión que da la tiza pastel, pero para mi admiración la mayoría se había realizado con acrílico, tengo que admitirlo a mi no me da la talla con esa técnica. Una inspiración para los ilustradores ecuatorianos.

De la otra exposición tengo que decir que hay piezas frente a la cual podrías estar largo tiempo contemplándolas, pero también había otras que no merecían más de un minuto de atención, se notaba muy disparejo, ese es el problema de las exposiciones colectivas.

Concluyendo, me faltó MrBooks, se supone que es una de las mayores librerías de la ciudad en otros años el stand de ellos ha sido el más grande y variado, con un número infinito de libros y de igual manera de visitantes, aunque también un poco incomodo de transitar.

Espero el próximo año comprar más libros que dudo que estos lleguen siquiera a fin de año. Una observación que se comprueba en este evento es que faltan librerías grandes en la ciudad. Pero me agrado luego de algún tiempo ya poder asistir a un evento cultural, siguiente en la lista la expo de cómic.

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